El arrendamiento con opcion de compra en Getxo y Bilbao.
El desequilibrio que produce entre las partes frena muchos contratos.
Como resulta lógico en cualquier contrato ambas partes deben quedar satisfechas para que el acuerdo se lleve adelante. De ser así lo normal es que el contrato no se lleve a cabo.
En la actual coyuntura es normal que se piense que se acuerden muchos arrendamientos con opción de compra y sin embargo se trata de un tipo de contrato que no está teniendo el protagonismo que se podría suponer.
Muchos inquilinos consideran la opción como una garantía de que les venderán a ellos el piso y que se deducirán las rentas abonadas, si quieren comprar llegada la fecha acordada. El problema para que se llegue a un acuerdo en muchas situaciones reside en lo que sucede si no se ejerce la opción de compra.
Si no se ejerce la opción, el propietario queda en una situación de franca inferioridad ya que durante el período de arrendamiento no puede disponer de su vivienda, si le surge una oportunidad únicamente tiene un comprador y además se encuentra atado a un precio. El rendimiento que obtiene es únicamente el del arrendamiento que hubiera obtenido igualmente sin la opción de compra.
Es lógico pensar por tanto que si se quiere disponer de la preferencia de compra y un precio fijado de antemano haya que entregar, a la firma del contrato con opción, una señal que se deducirá del precio de venta, pero que se perderá en caso de no ejercitarla.
En cualquier caso como en casi todos los contratos privados la voluntad de las partes es el marco fundamental.